Recomendando #1 Amin Maalouf, Bin Laden y vampiras sáficas
En esta publicación encontraréis un pequeño análisis y opinión personal de 'El desajuste del mundo' de Amin Maalouf, 'El día que conocí a Bin Laden' de Jérémie Dres y 'Carmilla' de Sheridan Le Fanu.
Confieso que en los últimos meses me he vuelto algo adicta a las cuentas de Twitter —para mí se seguirá llamando así— y de Instagram que se basan en recomendaciones de libros. Puede incluso que siga a más cuentas de las que puedo atender a lo largo de un día o de una semana. Pero no me escondo: ¡me encanta! Es un placer descubrir nuevas novelas o ensayos gracias a gente tan bibliófila como yo que cuenta con muchísima pasión sus experiencias lectoras.
Las redes sociales están plagadas de banalidad y de contenido que es un calco uno de otro. El mismo reel en multitud de cuentas diferentes. Y puede que algo parecido suceda con este tipo de perfiles dedicados a la literatura. Al final los libros son finitos, por desgracia. Y especialmente los más mainstream y comerciales. No obstante, a veces encuentras auténticas joyas. Y es una absoluta pasada descubrir a gente que te recomienda con tanto entusiasmo un libro. O una película. O una serie. No importa.
Hace un par de días estaba pensando en estructurar el contenido de esta publicación. Que, por cierto, tiene nuevo nombre. Para aquellos y aquellas que no os habíais fijado, bienvenidos —de nuevo— a mi newsletter: Letras y Pantallas. El contenido será el mismo, es decir, hablar de lo que más me gusta: los libros, las películas y series y los videojuegos. Todo ello mezclado con reflexiones sobre asuntos como la sociología, la geopolítica o la historia.
Pero, volviendo al tema de las recomendaciones. Decía que me encontraba dándole vueltas a posibles secciones y tuve la idea del millón de dólares —nótese el sarcasmo, por favor—. Hacer una sección con mis propias recomendaciones 😮
¿Qué es sonido? ¿Más suscripciones gracias a esta fabulosa idea?
Pero en serio. Pensando en lo feliz que me hace a mí encontrar todos esos tesoros y lo mucho que disfruto de leer las experiencias personales de esos extraños virtuales, he decidido empezar esta sección. Por el momento será solo una vez al mes. Así que, sin más dilación.
Allá vamos…
📔Una novela gráfica 📔
Hace unas semanas asistí al Salón del Cómic de Valencia por segundo año consecutivo desde que vivo en esta maravillosa ciudad. Puede que se me fuera un poco la mano comprando libros y novelas gráficas. ¿Qué opinas?
Entre esta gran pila de libros se encuentran dos tomos que ya he tenido el placer de leer. Se trata de ‘El día que conocí a Bin Laden’ de Jérémie Dres (Tomo 1 y Tomo 2, 2023). Paseando entre los stands del salón del cómic encontré estos dos tomos de los que desconocía su existencia. Pero, joder. Menudo descubrimiento.
El estilo artístico puede no parecer nada del otro mundo, porque tampoco pretende ser efectista y grandilocuente. No lo necesita. El verdadero diamante en bruto de esta novela gráfica reside en su historia. Cruda, violenta e inmensamente necesaria.
‘El día que conocí a Bin Laden’ cuenta la historia, o más bien el testimonio, de Nizar Sassi y Mourad Benchelalli. Dos jóvenes del pueblo francés de Vénissieux que en 2001 viajaron a Afganistán y terminaron en un campo de entrenamiento de Al Qaeda. Un viaje movido por las presiones familiares por seguir el islam más riguroso, por el afán de aventuras de la juventud y por las ganas de escapar de un vecindario que poco tenía que ofrecerles.
Todos sabemos lo qué ocurrió el 11 de septiembre de 2001. Un hecho que, no solo cambio la vida de las miles de personas afectadas, sino que supuso todo un cambio en el paradigma de la geopolítica de Estados Unidos y de las relaciones internacionales. Algo que queda perfectamente reflejado en el segundo tomo de la novela en el que, además, se muestra de forma muy cruda el funcionamiento de su maquinaria militar y sus protocolos de guerra.
Un cómic para luchar contra la radicalización.
Esta frase usada por el canal de televisión France3 resume a la perfección la intencionalidad de esta novela gráfica. Algo que, además, ha sido una constante de Nizar y Mourad desde entonces. Dedicar su tiempo y sus esfuerzos a la luchar contra la radicalización entre los jóvenes que practican el islam.
Por desgracia, esto es algo que muchas veces ocurre como una consecuencia de la falta de inclusión de las personas migrantes en nuestras sociedades. Y, sobre esto, tanto el autor Jérémie Dres como algunos de los entrevistados comparten una preciosa reflexión sobre la necesidad de invertir en educación y en igualdad de oportunidades.
Y sobre esto dialoga también Amin Maalouf en su ensayo ‘El desajuste del mundo’ (2009). Nos olvidamos de que las personas inmigrantes son, en primer lugar, emigrados. Por desgracia, los emigrantes/inmigrantes no gozan de la misma categoría en su sociedad de origen y en su sociedad de destino. Ya que, normalmente, en las sociedades de destino suelen ocupar el peldaño más bajo.
Si queremos que los emigrantes/inmigrantes se conviertan en predicadores o apóstoles de la experiencia de Occidente, no deberían sufrir estas discriminaciones.
Este es el mensaje que pretende transmitir ‘El día que conocí a Bin Laden’. Entender las circunstancias de cada persona. Abrazar la pluralidad lingüística, cultural y social. Y ofrecer dignidad a los migrantes.
🗒️ Un ensayo 🗒️
Hace ya unos meses que leí ‘El desajuste del mundo’ (2009) de Amin Maalouf, pero me ha sido imposible no pensar en sus reflexiones mientras leía la novel gráfica de Jérémie Dres. Si bien tiene ya unos años, muchas de las ideas que expone en este ensayo siguen teniendo vigencia en pleno 2024. Maalouf realiza un análisis sobre el choque entre la civilización occidental y la oriental (principalmente haciendo mención al mundo árabe).
Un desajuste del mundo relacionado con el agotamiento de los modelos sociales. Un mundo occidental que traiciona sus valores y un mundo árabe que parece haberse quedado estancando en la historia.
A lo largo de tres capítulos Maalouf delibera sobre cómo Occidente ha perdido su estatus de referente y su hegemonía moral. Tras el fin de la historia (término que recuperó Fukuyama) en 1991 con la caída de la URSS, Occidente ha acelerado su decadencia y se ha precipitado en en una gran crisis de valores.
La respuesta de Maalouf a esta decadencia y deriva moral reside en la cultura y la educación. La coexistencia armoniosa entre sociedades diversas radica en el conocimiento de sus culturas. Y, de entrada, en su literatura. El ser humano olvida a menudo que para toda persona o grupo de personas existe un ‘los demás’ y un ‘los otros’.
“En la literatura quedan desveladas sus pasiones, sus aspiraciones, sus sueños, sus frustraciones, sus creencias, su visión del mundo que los rodea, su percepción de sí mismos y de los demás, incluida la que tienen de nosotros.”
Esto se relaciona con lo que mencionaba a razón de ‘El día que conocí a Bin Laden’. Si aprendemos a integrar al Otro en nuestras sociedades y a la vez nos interesamos por sus propias culturas, estaremos respetando su dignidad cultural. La respuesta está en abrazar el pluralismo y dejar de lado esas actitudes que nos llevan a no ver al Otro más allá de su acento, color o apariencia. Y esa es la labor que tiene Occidente por delante.
¿Y qué pasa con Oriente, en especial con el mundo árabe? Desde hace varios meses me he aproximado a la historia y a la geopolítica de diversos países árabes. Para entender eso que Maalouf llama ‘estancamiento en la historia’ de las sociedades árabes. ¿Cómo una cultura que fue tan prolífica y otorgó tantos avances al mundo ha llegado a esta coyuntura de deriva? La respuesta la encontramos en las numerosas humillaciones que han sufrido los países árabes y musulmanes a manos de los países colonialistas europeos primero y del imperialismo estadounidense después.
Las derrotas de los nacionalismos turco y panárabes con los Nasser, Atatürk, Faisal o Ben Bella de turno, ha derivado en la era del islam. El nacionalismo musulmán por encima del nacionalismo árabe. Esto, por supuesto, no es per se algo negativo, pero sí ha facilitado el auge del extremismo islamista en las últimas décadas.
La identidad árabe, y la musulmana especialmente, se ha conformado alrededor del anti occidentalismo. Irán, Irak, Egipto, Palestina, Turquía, Argelia… Una larga lista de países que han sufrido la invasión y la humillación por parte de Occidente. Ese gigante que gobierna el mundo, guiado con el puño de hierro de Estados Unidos, y que ha provocado graves desajustes en las situaciones geopolíticas de muchos de estos países que han desembocado en guerras y en regímenes muchísimo más autoritarios que los había antes de su llegada.
Quiero cerrar este apartado sobre ‘El desajuste del mundo’ trayendo a la palestra el análisis que realiza Maalouf sobre la relación entre la existencia de una autoridad eclesiástica en el islam y la propagación de ideas radicales. A diferencia del catolicismo, que ha contado con una autoridad papal y de la Iglesia Católica que contrarrestaba el poder político, el islam vio como los califas no podían ser el contrapeso religioso de los sultanes y visires que se hacían con ambos poderes.
La existencia de una autoridad religiosa garantiza que se fije lo que es lícito y lo que no, lo que es progreso y lo que se queda obsoleto. La Iglesia católica fijaba lo que era considerado progreso y lo que no, así como las ideas que quedaban catalogadas como obsoletas —con mejor o peor acierto y tardando a menudo muchos siglos en aceptar los verdaderos progresos que se sucedían—.
¿Y cómo influye esto al mundo musulmán según Maalouf? Al no existir dicha autoridad eclesiástica recia que goce de legitimidad, las ideas más radicales suelen propagarse ante unos dignatarios religiosos que no pueden oponerse a ellas puesto que carecen de dicha legitimidad en unos casos o porque cobran de los gobernantes en otros.
Desde Occidente tendemos a mirar hacia los países árabes con la mirada altiva de una sociedad en supuesto avance. La mayoría de las personas ignoran cómo era la vida en estos países antes de la llegada de los colonos europeos o del imperialismo de Estados Unidos, cómo era la situación de las mujeres o cuáles eran las expectativas que tenían de abrirse al mundo. Y, como bien dice Maalouf, la única manera de entender al Otro es acercándonos a su cultura y, sobre todo, a su literatura.
Si quieres leer más sobre la influencia de Estados Unidos en Oriente Próximo, te dejo estos artículos: U.S. Power and Influence in the Middle East: Part One and U.S. Power and Influence in the Middle East: Part Two.
📖 Una novela 📖
Terminamos con la gran obra de la literatura de vampiros, pionera para su tiempo y todo un referente: ‘Carmilla’ de Sheridan Le Fanu, publicada en 1872. Una de las primeras historias de vampiros y precursora de archiconocida novela de Bram Stoker, ‘Dracula’, que bebió de las bases que sentó Le Fanu.
Venga, voy a ser honesta. Descubrí la existencia de ‘Carmilla’ allá por 2014 a través de la web serie homónima que se publicó en YouTube. En esos años de juventud en los que buscaba personajes y parejas lésbicas o sáficas que shippear. Lo bueno es que gracias a esta web serie pude descubrir la novela en la que se inspiró. Aunque debo confesar que no ha sido hasta este 2024 que no me sumergido en sus páginas.
Antes de comenzar su lectura, me resultaba curioso que una de las primeras novelas de vampiros apenas tenga reconocimiento y haya pasado tan desapercibida. Después de haber devorado rápidamente sus poco más de 100 páginas me resulta irónico aunque, obviamente, not surprised.
"En un castillo aislado en lo profundo del bosque austriaco, Laura lleva una vida solitaria con la única compañía de su padre enfermo. Hasta que una noche de luna, un carruaje de caballos se cruza en su camino, llevando a una invitada inesperada: la bella Carmilla. Así comienza una febril amistad entre Laura y su misteriosa y fascinante compañera. Pero a medida que Carmilla se vuelve cada vez más extraña y volátil, propensa a inquietantes vagabundeos nocturnos, Laura se ve atormentada por pesadillas y cada día más débil....".
Una novela cuyos dos personajes protagonistas son mujeres y que, además, la antagonista es una mujer lesbiana, fuerte y muy poderosa. Una historia de amor sáfica publicada en medio de los años de represión de la era victoriana. Una novela que expone la sexualidad femenina y la intimidad entre mujeres.
¿Y lo mejor de todo? Si buscas encontrar argumentaciones que se refieran a este afecto y amor como malévolas, demoníacas o indecentes, no pierdas el tiempo porque no las encontrarás. Una novela sin duda altamente adelantada a su tiempo.
Además, ‘Carmilla’ otorga al lector todos los ingredientes propios de la ficción gótica y que servirían de inspiración a las novelas de vampiros posteriores (ejem ejem, Stoker): un viejo castillo, una figura sobrenatural, una atmósfera constante de misterio y un tono ominoso y de terror, entre otros. Todo ello combinado con una narración en primera persona —siendo Laura la narradora de la historia— que por momentos te traslada a ese schloss o castillo en el que sucede la acción.
¿Y lo peor de ‘Carmilla’ qué es? Pues que se trata de un relato corto y no podemos disfrutar de más y más páginas de su historia. Justo cuando te has enganchado por completo a los personajes y a la trama, llega su algo precipitado final —esto ha sido, sin duda, lo que menos me ha gustado—. Pero que final. No comentaré nada por si alguien quiere leerlo. Pero merece la pena sumergirse en sus páginas y descubrir esta historia de vampiras sáficas.
¿Te ha gustado esta publicación? ¿Habías leído alguno de estos libros? ¡Comparte tus opiniones en los comentarios! Si tenéis recomendaciones de más ensayos o novelas, soy todo oídos. ¡Gracias!
Se me antojó leer el Día que conocí a Bin laden
¡Me ha gustado mucho! No conocía ninguno. El comic y el ensayo me volaron la cabeza, no puedo esperar a encontrarlos. ¡Gracias!