Profundizando #1 Videojuegos para ser tu propio jefe
¿Qué relación guardan los videojuegos de simulación empresarial con el gurú Kiyosaki y su "Padre rico, padre pobre"?
En la última década han proliferado los autoproclamados tiburones de los negocios. Aspirantes a empresarios que se definen a sí mismos por la capacidad de liderazgo, la planificación estratégica, la gestión del cambio o la adaptabilidad; entre otras habilidades.
El gurú de desarrollo personal Jon Harrison afirma en su libro “Dominar el juego: Lo que los videojuegos pueden enseñarnos sobre el éxito en la vida” que estas habilidades también están presentes en los videojuegos. Afirma además que pueden servir para inspirar a jóvenes emprendedores si son capaces de asimilar las lecciones que los entornos digitales les pueden ofrecer.
En su libro Harrison habla de un concepto clave de los videojuegos y, en especial, de los videojuegos F2P o Free to Play. El concepto de los quick wins o victorias rápidas. Los sistemas de progresión de juego se construyen bajo la premisa de otorgar a los jugadores ganancias a corto plazo. De esta forma aumentan su compromiso con el juego y su motivación, pero también inculcando un hábito de éxito.
Harrison asemeja estos quick wins a la mentalidad que debe tener un empresario mediante una cultura de ganancias rápidas. Lo que se traduce en objetivos sencillos y alcanzables a corto plazo con el fin de garantizar el éxito de la empresa a largo plazo.
En su libro se hace mención también de otro concepto clave para los videojuegos y que han tomado como suyo los gurús empresariales. Los entornos digitales ofrecen la posibilidad de guardar la partida y continuar donde lo dejamos o, por el contrario, de empezar de nuevo si nuestro periplo digital no marcha como esperábamos.
Esta idea está estrechamente relacionada con la supuesta mentalidad del emprendedor. Una persona capaz de invertir y de reponerse si sufre pérdidas para poder pensar en el siguiente negocio o en la siguiente inversión.
El libro de Harrison me recordó al famosísimo libro de finanzas “Padre rico, padre pobre” de Robert Kiyosaki y me pregunté a mi misma qué relación podría tener este libro con los videojuegos. ¿Es posible aplicar los preceptos de Kiyosaki a los conocidos como videojuegos de simulación empresarial? Para la elaboración de este artículo he leído y asimilado los entresijos del libro número uno en finanzas personales al mismo tiempo que he analizado Adventure Capitalist!, Cash Inc. Fame & Fortune y Tap to Riches.
Estos tres juegos pertenecen a la categoría de los incremental games, es decir, basados en economías de escala. Se basan en un mecanismo de progresión gradual o escalonado mediante acciones simples que suelen ser clics o tapeos; puesto que nos encontramos, en la mayoría de ocasiones, ante juegos móviles F2P. Estas acciones se producen de manera continuada y proporcionan a los jugadores monedas o divisas virtuales (llamadas in-game currency) que les permitirán aumentar la producción, mejorar sus habilidades y adquirir cosméticos.
Por lo general, el jugador comienza con un primer negocio que suele ser algo tan básico como, por ejemplo, un puesto de limonada o una tienda de cómics. Poco a poco, ese negocio va escalando hacia grandes empresas como petrolíferas o empresas de tecnología espacial.
Por el camino, los jugadores pueden conseguir mejoras como contar con managers que se encargan de la gestión de estos negocios o automatizar la producción, es decir, los clics para que constantemente obtengan dinero y apenas requieran de su intervención.
El libro de Kiyosaki se compone de nueve capítulos en los que el gurú ofrece a los lectores lecciones para convertirse en todo un magnate de las inversiones. Y, por imposible que parezca, he podido extraer ideas que se relacionan con conceptos de diseño o de contenido de los juegos de simulación empresarial.
Nada más empezar, tenemos en la introducción del libro una frase que entronca, en cierta manera, con la idea que ya he mencionado de la mentalidad del emprendedor moderno:
Existe una diferencia entre ser pobre y estar en la bancarrota. La bancarrota es temporal, la pobreza, eterna.
Y es que, en esta frase tan lapidaria, se basan los juegos que pertenecen a este género. En ellos no existen los pobres y sus jugadores nunca van a serlo. Estos juegos apelan a las emociones de los jugadores que asumen ese mundo de fantasía y fingen ser ricos mediante una ilusión virtual. Obviamente, en estos juegos sí es posible caer en la bancarrota, pero es algo que tan solo dura unos segundos. Puesto que rápidamente puedes recuperar tu dinero y volver a multiplicar tu fortuna digital.
Clics por monedas virtuales
En su primera lección, Kiyosaki afirma que los pobres y la clase media trabaja para obtener dinero, en cambio, los ricos hacen que el dinero trabaje para ellos. Una frase que resume a la perfección el objetivo y la mecánica base de estos juegos. Estas divisas o currencies trabajan para el jugador y hacer crecer su fortuna digital incluso cuando no está jugando.
Con tan solo un clic o un tap ponemos en marcha negocios que generan dinero virtual por nosotros. Permitiéndonos así ganar más dinero, abrir más empresa y obtener más dinero digital. Todo lo contrario a lo que él llama la carrera de la rata en la que las personas debemos trabajar para pagar las deudas que, nuevamente, te llevan a no tener dinero. Por supuesto, en este tipo de juegos no existen los impuesto que en tan poco estima tiene nuestro amigo, ni tampoco existen las deudas.
Según Kiyosaki, son dos las emociones que controlan la vida de la gente: el miedo y la codicia. Miedo a no tener dinero y la codicia por tener más. Asegura que estos sentimientos pueden convertir a las personas en esclavas del dinero. Y, precisamente, en estas dos emociones está la clave del éxito de los incremental games de simulación empresarial.
Por su naturaleza y su mecánica, los juegos de este género eliminan la primera emoción. En ellos no existe el miedo a no poder pagar facturas, puesto que estas no tienen cabida en sus mundos virtuales. Lo único que existen son las inversiones y las oportunidades de negocio.
Tal vez podríamos aplicar esta emoción al miedo a no generar más moneda virtual dentro de nuestra partida, ya que sin ella no podríamos completar los objetivos y las metas que nos plantea el juego. Lo que nos lleva a la gula. Este pecado capital es otra de las bases de juegos como Adventure Capitalist! Seguimos jugando por el simple hecho de querer amasar más fortuna virtual, aunque sepamos que no sirve para nada, pero nos hace soñar por unos instantes con una vida en la que nuestras carteras tengan ese grosor.
Educación financiera y tutoriales
En su segunda lección, Kiyosaki se pregunta por qué es fundamental enseñar educación financiera. El espíritu empresarial se define como la capacidad de reconocer, reaccionar y explotar nuevas oportunidades. Algo que se relaciona directamente con los juegos de simulación empresarial.
En estos juegos nos encontramos con diversos escalones que pueden interpretarse como oportunidades empresariales. Un puesto de limonadas, un periódico local, un restaurante, una productora de cine, una petrolífera e, incluso, una multinacional de tecnología espacial. Toda una escalera hacia el éxito.
Pero, ¿cómo un gamer pobre va a recorrer la escalera por sí solo? Para el gurú la respuesta está en la educación financiera. En el caso Adventure Capitalist y otros juegos como Cash, Inc. Fame & Fortune o Taps to Riches, es el propio juego el que nos da ese conocimiento mediante sencillos tutoriales que nos indica, y nos incita, a seguir desbloqueando los nuevos negocios que nos llevarán al éxito.
El gurú de las finanzas pone el foco en el error de los pobres y la clase media de no saber diferenciar entre activos y pasivos: los activos ponen dinero en nuestro bolsillo y los pasivos lo sacan de él. Además de este balance general, Kiyosaki habla del estado financiero, es decir, la relación entre los ingresos y las pérdidas.
En los juegos de simulación empresarial, como es obvio, esto carece de sentido. Los pocos pasivos que pueden existir, como contratar managers, adquirir torres o mundos de negocios, son ínfimos comparados con las ingentes cantidades de ingresos que los jugadores generan por segundo.
El famoso core loop
En esta lección menciona también una máxima en la que se basa el core loop del juego, es decir, la secuencia de acciones que los jugadores deben llevar a cabo para poder progresar en el juego. Kiyosaki habla de la aptitud financiera que se traduce en saber qué hacer con el dinero que ingresas para conservarlo durante más tiempo e invertirlo en activos que trabajen por ti.
Los activos se obtienen de comprar y alquilar o vender propiedades en el momento oportuno. En estos juegos, los jugadores compran constantemente activos que son las empresas o negocios que les generan moneda virtual. Kiyosaki afirma que con estos ingresos debemos reinvertir el exceso de flujo de efectivo en la columna de activos.
Cuanto más dinero va a esa columna, más crece y, cuanto más crecen los activos, más se incrementa el flujo de efectivo. Una rueda que no para nunca. Adquirir activos que invertir en nuevos modelos de negocio. Algo que se plasma a la perfección en Adventure Capitalist! o Cash Inc.
Progreso sin apenas interacción
En este tipo de juegos el dinero no descansa y, citando a Kiyosaki, lo mejor acerca del dinero es que puede trabajar 24 horas al día por ti. Este es uno de los aspectos que los desarrolladores se encargan de resaltar en las descripciones que encontramos en las tiendas o stores de juegos móviles.
Un tipo de reclamo muy utilizado en los F2P para dar la bienvenida a los jugadores con una recompensa por el hecho de haber regresado al juego. Al automatizar la producción de nuestros negocios virtuales, estos están produciendo dinero incluso cuando no estamos jugando. Y, así, cuando empezamos una nueva sesión de juego, tenemos un jugoso botín esperando.
En la tercera lección, Kiyosaki profundiza en las mejores categorías de activos para invertir nuestro dinero y, entre ellas, hay dos que llamaron mi atención al analizar estos juegos: negocios que no exigen mi presencia y derechos de autor en concepto de propiedad intelectual.
La mayoría de empresas que podemos adquirir en este tipo de juegos se pueden englobar dentro de la primera categoría: diversos tipos de restaurantes, tienda de cómics, un periódico, un equipo deportivo, una joyería, una discográfica, una productora de cine, un banco, una petrolífera o un incluso una empresa de tecnología espacial.
Todos estos tipos de negocios no requieren necesariamente de la presencia del inversor, únicamente de la presencia de gestores. La figura del manager es una de las principales perks o ventajas que los jugadores pueden desbloquear en su progreso en el juego. Así, podremos reinvertir parte de nuestras ganancias en el sueldo de un manager que gestione nuestros negocios para obtener aún más beneficios.
Entre estas oportunidades empresariales algunas se encuentran dentro de la segunda categoría: derechos de autor en concepto de propiedad intelectual mediante música, guiones o patentes.
Objetos de vanity y coleccionables
Kiyosaki hace especial mención a la capacidad de los buenos inversores de no desperdiciar al principio de su andadura el dinero ni las ganancias en grandes caprichos que nos supongan pasivos. Asegura que los grandes lujos podrán llegar con el tiempo, a medida que crece el flujo de efectivo y que hemos consolidado nuestra columna de activos. En palabras del propio Kiyosaki:
Primero construir activos y, después, comprar la gran casa o el coche bonito.
Esto es algo que también podemos trasladar a los juegos de simulación empresarial. Durante nuestras primeras sesiones debemos focalizarnos en invertir en nuevos negocios para alcanzar un punto en el que las ganancias están totalmente automatizadas por los managers y no tenemos más que preocuparnos por ver el contador de dólares crecer.
Cuando hemos conseguido esa estabilidad entre inversión y ganancias, con un gran colchón de efectivo, podemos comenzar a invertirlo en los diversos items de vanity y/o coleccionables que nos ofrecen estos juegos: trajes para vestir a nuestros magnates empresariales o personajes especiales que al adquirirlos nos ofrecen bonificaciones.
El que no arriesga, no gana
El mantra que resume la quinta lección del libro es que, básicamente, en el mundo no prosperan los inteligentes, sino los temerarios. Kiyosaki considera que la mayoría de las personas no consiguen ser ricas porque juegan a lo seguro y no arriesgan.
Esta lección tiene una relación doble con los juegos analizados ya que todos ofrecen a sus jugadores negocios “seguros”, entendido como elementos que han sido predefinidos por sus diseñadores y que no cambian. Pero, a la vez, también les ofrece la posibilidad de hacer borrón y cuenta nueva. En Adventure Capitalist! esto se traduce en cambiar de planeta, en Cash Inc. podemos adquirir nuevas torres y en Taps to Riches podemos cambiar de ciudad.
En los tres casos esta progresión supone mayores beneficios para los jugadores por haberse arriesgado a empezar de nuevo. Una idea que enlaza con las emociones que mencionaba Kiyosaki. Si no tienes miedo puedes prosperar. Y en estos juegos no existe el miedo a la quiebra porque cada nuevo cambio de planeta, torre o de ciudad es una oportunidad de recuperarse y aumentar las ganancias mediante bonus.
Kiyosaki afirma que la diferencia entre una persona rica y una persona pobre es la forma en que manejan el dinero, tanto sus ganancias como sus pérdidas. Al igual que un tiburón de los negocios se siente inspirado a invertir por una pérdida financiera o por el miedo, los jugadores también se sienten inspirados a los nuevos retos que plantean esos cambios de planeta, de torre o de ciudad.
Cualquier negocio vale oro
En la lección ocho, Kiyosaki asegura que hay oro en todas partes, pero casi nadie sabe cómo encontrarlo. Es tan sencillo como tener genio financiero para encontrar bienes raíces que sean negocios potenciales que nos den dinerito. Afirma que el error de la gente es pensar en la oportunidad de su vida y no saber ver las oportunidades de negocio donde las hay.
Una afirmación que los juegos de simulación empresariales se toman al pie de la letra porque, literalmente, todos los modelos de negocio que nos ofrecen son una increíble oportunidad financiera. El restaurante, la discográfica o el puesto de lavado de coches. Todo es un pretexto para generar dinero y enganchar a los jugadores en la rueda de juego. No olvidemos que en los juegos F2P uno de los aspectos más importantes es la retención.
Por otro lado, también es interesante la reflexión de Kiyosaki acerca de tener referentes o héroes en el aspecto financiero, como los suyos: Donald Trump o George Soros. Quizás no sean los mejores ejemplos, pero… El caso es que incluso a estos héroes los podemos encontrar en estos juegos.
Ya sea en forma de cameos como en Cash Inc. que nos ofrece potenciadores o boosters en forma de personajes icónicos como Mr. Apple, Moonwalk o Madam Lisa (héroes sí, pero copyright también). En Adventure Capitlaist! encontramos personajes que, si bien cambian sus nombres, son ampliamente reconocibles por los usuarios: Heisenberg de Breaking Bad, Chuck Norris de Texas Ranger o el mismísimo almirante Ackbar de Star Wars.
Estos guiños a personajes reales y de sobra conocidos por la gente tiene el objetivo de potenciar el coleccionismo de los jugadores. Una de las motivaciones en cualquier juego es la de coleccionar objetos, personajes, logros, etc. Y los juegos de simulación empresarial también quieren despertar ese sentimiento mediante los vanities que hemos visto y, también, mediante estos héroes.
Retorno de la inversión
Un último concepto de esta lección que también se refleja en los juegos analizados es la rapidez para recuperar la inversión. Para Kiyosaki el ROI o retorno de la inversión así como el tiempo de retorno de la inversión son dos aspectos que todo tiburón debe tener en cuenta.
Este tiempo de recuperación puede asemejarse en Adventure Capistlis o en Cash Inc. al contador en segundos, minutos y horas que se muestra a los jugadores en cada una de sus inversiones y que se refieren al tiempo que tarda cada tipo de negocio o empresa en generar ganancias.
Unos ingresos cuya cantidad ha sido estipulada por los diseñadores que han elaborado un sistema de balanceo de ganancias en función del tipo de empresa y del nivel en el que se encuentre.
Para terminar este artículo, quiero regresar a la lección cinco en la que Kiyosaki habla de su famoso juego de mesa Cashflow. El gurú asegura que su método de enseñanza se apoya en su juego y en otros simuladores y asegura:
Los juegos son sistemas de retroalimentación instantánea que reflejan el comportamiento de los jugadores.
Los juegos se basan en el principio de acción-reacción a las acciones de los jugadores. Estos llevan a cabo unas acciones, el juego les recompensa o les castiga (algo que no sucede en los juegos de simulación que hemos analizado) y los jugadores aprenden.
Resulta curiosa la defensa que hace Kiyosaki de este tipo de juegos como medio para enseñar y potenciar la inteligencia financiera. Una defensa que, sin duda, habrá inspirado a los creadores de estos juegos y, en especial, a los desarrolladores de Adventure Capitalist! Y es que, según Kiyosaki, la inteligencia financiera es la capacidad de transformar un limón en millones de dólares.