Profundizando #5 La historia olvidada del fútbol femenino
De llenar estadios a principios del siglo XX a la clandestinidad tras la Segunda Guerra Mundial.
¡Bienvenidas y bienvenidos a Letras y Pantallas! Mi nombre es Alex Ros —diseñadora narrativa y escritora que navega por libros y mundos digitales— y, con motivo de la celebración de la Eurocopa de fútbol masculina que está teniendo lugar en Alemania en estos días, quería aprovechar esta publicación para reivindicar el reconocimiento que el fútbol femenino se merece pero, sobre todo, para brindar un pequeño homenaje a todas aquellas mujeres futbolistas que han sido olvidadas —como en tantas otras disciplinas— en la historia de ese bonito deporte llamando balompié.
El deporte ¿rey?
Fergus Suter, Stanley Matthews, Franz Beckenbauer, Diego Armando Maradona, Pelé, Giuseppe Meazza, Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskás, Antonín Panenka. Estos son solo algunos de los nombres de futbolistas más significativos de la historia de este deporte. Y, sin temor a equivocarme, a cualquier persona le sonarán todos o casi todos. Tendríamos que vivir en cuevas sin acceso a televisión, a periódicos o a charlas de barra de bar o de sobremesa familiar para no haber escuchado jamás ninguno de estos nombres.
Lily Parr, Nita Carmona, Amelia del Castillo, Concepción “Conchi” Sánchez, Brandi Chastain, Mia Hamm, Honey Thaljieh, Fara Wiliams, Marta Vieira da Silva, Megan Rapinoe, Alexia Putellas. Si leyéramos esta lista a alguien por la calle podrían reconocer dos, o incluso con algo de suerte, tres nombres de la lista. Gracias al desarrollo que está teniendo el fútbol femenino en los últimos años, cada vez son más las personas que siguen los partidos de los equipos y las selecciones femeninas. Sin embargo, si desgranáramos por años estos nombres de futbolistas veríamos que hay un salto de alrededor de cuarenta años entre esas primeras mujeres que se acercaron al fútbol y las que lo consiguieron setenta años después en la década de los noventa.
En 1857 se fundaba en la ciudad de Sheffield, en el Condado de Yorkshire, el primer equipo de fútbol de mundo: el Sheffield F.C. Por su parte, en España sería el R.C. Recreativo de Huelva el primer club de balompié que nació en 1899. Podríamos pensar que pasarían muchos años para la formación de un equipo de fútbol de mujeres, sin embargo, en la Inglaterra victoriana de 1894 se fundó el primer equipo femenino de la historia. El British Ladies’ Football Club. Si bien antes de dicha fecha podemos encontrar registros de partidos disputados entre mujeres1 en Inglaterra.
Sería en 1930 cuando la FIFA organizó por primera vez en la historia un mundial de fútbol masculino que se disputó en Uruguay y que terminó coronando a la selección anfitriona ante Argentina. Sin embargo, habría que esperar 61 años para asistir en 1991 al primer mundial de fútbol femenino celebrado por la FIFA —sin tener en cuenta los celebrados de forma “no oficial” en Italia en 1970 y en México en 1971— que tuvo lugar en la República Federal de China y que coronó a la selección de Estados Unidos como campeona del mundo.
Cuando las futbolistas llenaban estadios
Al leer estas fechas la pregunta resulta bastante obvia. ¿Qué narices pasó en esos cuarenta años con los equipos femeninos? ¿De verdad ninguna mujer quería jugar al fútbol? ¿El fútbol femenino no ha interesado absolutamente nada hasta ahora? No todo fue de color de rosas para esos primeros equipos femeninos durante los últimos años del siglo XIX pues el deporte no era algo bien visto para “señoritas”. Sin embargo, llegó la Primera Guerra Mundial y las mujeres supieron dar un paso adelante (hacia la cancha de fútbol).
En Reino Unido el mencionado British Ladies Football Club disputó más de cien partidos por toda Gran Bretaña enfrentándose a nuevos equipos que iban surgiendo. Pronto las propias mujeres que trabajaban en fábricas de armamento, conocidas como munitionettes (ammunition en inglés significa munición, por tanto, las que fabricaban la munición) comenzaron a fundar sus propios equipos de fútbol femenino como, por ejemplo, Dick, Kerr’s Ladies FC que nació en 1917. Entre 1917 y 1921 el número de asistentes del fútbol femenino aumentó considerablemente. Aquí comparto algunos registros que podemos consultar sobre partidos disputados en aquellos años:
En junio de 1914 el Spanish Girl’s Club protagonizó su primer partido en el campo del RCD Espanyol, el primero del que se tiene constancia, que continuaría con una gira por Cataluña, Valencia y el sur de Francia2.
El 25 de diciembre de 1917 el Dick, Kerr’s Ladies FC se enfrentó al Arundel Coulthard Factory en Deepdale ante 10.000 espectadores.
El 26 de diciembre de 1917 tuvo lugar un partido amistoso entre North of Ireland y Tyneside en Grosvenor Park ante 20.000 fans.
En agosto de 1918 la final de la Munitionette’s Cup entre Blyth Spartans y Bolckow Vaughan en Middlesbrough fue vista por una multitud de 22.000 fans.
En abril de 1920 de nuevo el Dick, Kerr’s Ladies FC se midió ante un equipo francés en otro evento amistoso en el estadio de Deepdale ante 25.000 espectadores.
En diciembre de 1920 el Dick, Kerr’s Ladies FC se enfrentó al St. Helens Ladies en el Goodison Park ante 53.000 espectadores (una cifra que se mantuvo como el récord en un partido de fútbol femenino durante 99 años).
En marzo de 1921 Inglaterra ganó a Escocia en el Celtic Park ante un total de 27.000 aficionados.
Esto son tan sólo algunos de los registros que nos han llegado hasta nuestro días. Pero regresaron los soldados del frente y, tras el convulso período de entreguerras y tras la Segunda Guerra Mundial, las mujeres futbolistas sufrieron las consecuencias. En Inglaterra la Football Association (FA) prohibió el fútbol femenino en 1921 alegando que el fútbol era "“inadecuado para las mujeres y no debía fomentarse”. Una imposición que estaría en vigor cincuenta años hasta 1971. Esta prohibición vetaba además cualquier tipo de apoyo de los equipos masculinos asociados. En otros países como Brasil también se levantaron prohibiciones al fútbol femenino hasta bien entrada la década de los setenta3.
«El fútbol femenino continuó extraoficialmente en Inglaterra, pero el daño ya estaba hecho. A partir de ese momento, la falta de inversión y de visibilidad siguió desempeñando un papel fundamental en la imagen que se tiene del fútbol femenino. La gente lo compara con el fútbol masculino, que siempre ha tenido más inversión en entrenadores, instalaciones y salarios. ¿Cómo se puede esperar lo mismo cuando el terreno de juego no ha estado nivelado durante más de un siglo?»
— Katie Mishern en su libro “Football She Wrote”.
En España ya se había puesto en marcha la labor propagandística a favor de la educación física de la mujer en manos de la Institución Libre de Enseñanza y en los años 20 se produjo una expansión popular y un boom futbolístico también entre las mujeres. Durante los años de la Segunda República surgieron muchos equipos de fútbol femenino: Levante, España, Atlético y Valencia fueron considerados como los primeros equipos femeninos de fútbol profesional. En 1934, Ana María Martínez Sagi se convirtió en la primera mujer directiva del fútbol español al formar parte de la Junta Directiva del Fútbol Club Barcelona. Sin embargo, tras la Guerra Civil y con la llegada del Franquismo y de las doctrinas conservadoras católicas, las mujeres tuvieron que volver a la cocina y dedicarse a ser únicamente buenas amas de casa.
La hegemonía estadounidense
Y llegaron los años setenta. En esta década las mujeres regresaron de forma oficial a las canchas de fútbol en muchos países como Inglaterra, Alemania o España. Cabe destacar de nuevo el Campeonato Mundial Femenino, no oficial, celebrado en 1970 en Italia que consiguió reunir a 30.000 espectadores en su final entre Dinamarca e Italia. Pero, sobre todo, el Campeonato Mundial Femenino celebrado en 1971 en México que en su final en el mismísimo Estadio Azteca congregó a más de 110.000 personas. Surgieron también las primeras competiciones y ligas femeninas en estos y otros países como Estados Unidos, donde durante los años setenta y ochenta se produjo un crecimiento exponencial del deporte femenino gracias a la ley federal Title IX promulgada en 1972.
En base a esta ley todas las universidades estadounidenses debían brindar las mismas oportunidades al deporte femenino: mismo presupuesto, instalaciones, estadios y becas deportivas. Como resultado, comenzaron a establecerse programas universitarios de fútbol para mujeres en multitud de universidades y a crearse también campeonatos dentro de la National Collegiate Athletic Association (NCAA). Este crecimiento explosivo del fútbol femenino universitario propició la creación en 1985 de la Selección Femenina de Fútbol de Estados Unidos y, bueno, lo demás es historia. Campeonas del mundo en 1991, 1999, 2015 y 2019. Campeonas de la Concacaf en 1991, 1993, 1994, 2000, 2002, 2006, 2014, 2018 y 2022. Medalla de oro en los Juegos Olímpicos en 1996, 2004, 2008 y 2012. Y suma y sigue.
Fueron precisamente los éxitos del combinado nacional los que propiciaron la creación de las ligas domésticas y el auge de la inversión, con la consecuente profesionalización del fútbol femenino. Recomiendo consultar los registros de asistencia a los partidos de la liga estadounidense, la National Women’s Soccer League, para comprobar como ha aumentado año a año el número de asistentes a los encuentros y como se continúan rompiendo récords.
¿Y qué pasaba mientras tanto en España?
En las navidades de 1970 tuvo lugar un partido amistoso con fines benéficos en el campo del Rayo Vallecano disputado por folclóricas de la época como Lola Flores, Rocío Jurado o Marujita Díaz. En el cine, un millón de españoles fueron a ver en 1971 «Las Ibéricas F.C.» de Pedro Masó, película protagonizada por un equipo de fútbol de mujeres cuyo atuendo estaba básicamente pensado para mostrar el cuerpo de las actrices, en ningún caso para jugar.
Estos dos eventos resumen a la perfección la ridiculización y cosificación que tuvieron que sufrir las mujeres deportistas durante los años de la dictadura franquista. Me gustaría destacar la pequeña resistencia que surgió en Barcelona donde muchas mujeres continuaron jugando en la clandestinidad e, incluso, en 1970 el Barcelona Femení disputó en el Camp Nou un partido “a dobles” —como si se tratase de tenis— junto al equipo masculino ante 60.000 espectadores.
La primera liga femenina se jugó en España en la temporada 1971-72, con equipos de Cataluña, y Victoria Hernández se convirtió en la primera futbolista en firmar un contrato profesional —no os vayáis a imaginar un contrato como los que podían tener otros futbolistas de su época como Cruyff o Beckenbauer— que simplemente estipulaba una remuneración por los partidos jugados. De nuevo les tocaría esperar más a las futbolistas para que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) reconociera el fútbol femenino y para tener la primera liga a nivel nacional, en 1980 y 1988 respectivamente.
Así llegó en 1980 la ansiada Selección Española Femenina de Fútbol que, tras años de derrotas a manos de Teodoro Nieto, pasó a estar dirigida por Ignacio Quereda en septiembre de 1988 y lo haría hasta el año 2015. Sí, seleccionador durante 27 años en los que la selección quedó relegada a una esquina dentro de la federación. Casi tres largas décadas durante las que las jugadoras tuvieron que soportar maltrato psicológico por parte del seleccionador —tal y como ellas mismas lo atestiguan en el documental Romper el silencio: la lucha de las futbolistas de la Selección de Movistar+— pero unos largos años en los que también fueron testigo de la absoluta falta de interés de la RFEF de invertir en fútbol femenino. Falta de preparación, entrenamientos pobres e inadecuados, falta de participación en partidos amistosos para tener rodaje, falta de conocimiento de los rivales. Tal y como se ve en el documental de Movistar+ en varias ocasiones intentaron que la situación cambiase y exigir reformas dentro de la selección. Sin embargo, la federación miró para otro lado durante 27 años.
«A ver si te cuidas, que estás gorda…»
«Una jugadora mediocre que no llegaría a nada»
«Las niñas, las chavalitas, las pitufas... y a las catalanas, además, "polacas"»
—Ignacio Quereda.
Por suerte, esto cambió en 2015. Año en el que las futbolistas decidieron dar un paso al frente y emitir un comunicado denunciando la situación y exigiendo cambios en la selección femenina. Es cierto que en este caso el remedio no fue peor que la enfermedad, pero sí hemos sido testigos de cómo las jugadoras han tenido que seguir peleando por sus derechos y por una mejor situación —tal y como hemos visto con la dimisión de Jorge Vilda y los abusos por parte de Luis Rubiales—. Pero algo cambió en 2015 y, esa mecha que encendió a las jugadoras, se ha mantenido hasta el presente.
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📝 Recomendaciones 📝
Para aquellas y aquellos que queráis profundizar un poco más en la historia, y el presente, del fútbol femenino os comparto una serie de libros, documentales y medios especializados.
📖 Libros y artículos
Nita footballer. Manuel Granado Palma. Elvo Editorial. 2023.
Yo también quiero jugar al fútbol: 40 mujeres que cambiaron el deporte rey. Mayca Jiménez. Lunwerg Editores. 2022.
No las llames chicas, llámalas futbolistas. Del maltrato al reconocimiento: la lucha por la igualdad en el fútbol. Danae Boronat. Libros Cúpula. 2021.
Las futbolistas que desafiaron a Mussolini. Federica Seneghini. Altamarea Ediciones. 2022.
Por mí, por ti, por todos. Mónica Crespo. Libros del K.O. 2020.
Entre la mofa y la cosificación: representaciones del fútbol femenino en el NO-DO y las comedias de los años setenta. Elena Cordero Hoyo y Asier Gil Vázquez. Revista L’Atalante.
📺 Documentales
Romper el silencio: la lucha de las futbolistas de la Selección. Informe+ Movistar. 2021.
Matildas: el fútbol a nuestros pies. Disney+. 2023.
Lionesses: How Football Came Home. Amazon Prime Video. 2022.
Tánger Gool. Filmin. 2015.
Que jueguen las chicas. Julien Hallard. 2018.
Angel City. HBO Max. 2023.
Algo más que una pasión. Filmin. 2015.
💻 Medios
![The World Cup and the Frustrating, Inspiring State of Women's Soccer | The New Yorker The World Cup and the Frustrating, Inspiring State of Women's Soccer | The New Yorker](https://substackcdn.com/image/fetch/w_1456,c_limit,f_auto,q_auto:good,fl_progressive:steep/https%3A%2F%2Fsubstack-post-media.s3.amazonaws.com%2Fpublic%2Fimages%2Fa4daf595-d32b-48c7-84a8-feb2d2d992d3_2664x1998.jpeg)
¿El fútbol femenino es rentable?
En los últimos cinco años se ha producido un crecimiento exponencial del fútbol femenino, tanto a nivel de espectadores y asistentes a encuentros como a nivel de recaudación y de presencia en medios. Gracias a la apuesta de grandes clubes europeos como el F.C. Barcelona, el Manchester United, el Olympique de Lyon o el Arsenal F.C. se ha producido en las dos últimas décadas una profesionalización paulatina de las futbolistas que permiten que la calidad y la técnica mejore.
Hace unos días escuchaba la entrevista el jugador bético Héctor Bellerín en el podcast ‘Al Día’ de Eldiario.es —puedes encontrar un extracto en su web y si disfrutas de Pódimo podrás escuchar y ver la entrevista completa en su app— y ofrecía una reflexión muy interesante. El futbolista cuenta como los niños que crecen siendo parte de las canteras de equipos de fútbol se convierten en profesionales prácticamente a los 8 años. Comenta como la industria del fútbol masculino ha establecido un sistema para que los futbolistas no tengan absolutamente ninguna preocupación —ni académica, ni económica, ni social— más que jugar al fútbol. Toda su vida gira en torno a un balón.
Con una lectura rápida sobre la evolución del fútbol femenino y a poco que estemos al tanto de la situación que todavía sufren las futbolistas, sabemos que esto no es igual para ellas. Debido a la falta de inversión, todavía existen muchos clubes que no pueden ofrecer una compensación económica ni remotamente cercana a la que gozan jugadoras de equipos como el Barça o el Arsenal —en cuanto a clubes europeos— y que, todavía hoy, muchas futbolistas tienen que compaginar su trayectoria deportiva con otro trabajo. Sobre todo en ligas más pequeñas como la francesa, la italiana, la portuguesa o la española. Evidentemente si tu única preocupación y tu único objetivo es dedicarte al fútbol, podrás mejorar tu técnica y tu calidad. He escuchado muchos comentarios de que las mujeres “juegan peor al fútbol”. No, es que simplemente no han podido dedicarse de forma profesional y exclusiva a ello —como sucede en cualquier otra profesión—.
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Hace dos años tuvo lugar la Eurocopa Femenina de la FIFA que se celebró en Inglaterra, con la victoria de las anfitrionas, y que batió el récord de asistencia a las UEFA European Women's Championship con 574.875 asistentes, duplicando las cifras de los dos anteriores torneos. Por su parte, si observamos la asistencia a la Copa Mundial Femenina de la FIFA desde su primera celebración también vemos un aumento progresivo. El pasado año con la coronación de la Selección Española como campeona en Australia y Nueva Zelanda se rompió un nuevo récord de asistencia con casi 2.000.000 de espectadores en los estadios, es decir, casi el doble que el campeonato anterior celebrado en Francia.
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Según Barlovento Comunicación4, el primer título mundial femenino de España tuvo una audiencia media de 5,6 millones de espectadores. El partido fue televisado por La1 de RTVE y se convirtió en el partido de fútbol femenino más visto en España. Con Inglaterra en la final, el partido en BBC One tuvo 12 millones de telespectadores, una audiencia récord para un partido de la Copa Mundial femenina en el Reino Unido. La derrota de Inglaterra contra China, en un partido de la fase de grupos, promedió 53,9 millones en China, siendo el partido individual más visto en cualquier país del globo. Analizando las audiencias por países se observa un aumento en la mayoría de países europeos, sobre todo en España y en Inglaterra, sin embargo, en lo que respecta a las cadenas estadounidenses las audiencias cayeron debido a la eliminación de Estados Unidos (algo que, por supuesto, sucede tanto en el ámbito masculino como femenino de cualquier competición)5.
En los últimos 25 años, todas las finales de la Copa Mundial Femenina en las que ha participado el combinado de Estados Unidos han superado los 13 millones de espectadores a nivel doméstico. El partido por el título de la Copa Mundial de 2011 tuvo una media de 13,5 millones de espectadores en ESPN. El partido se jugó en Frankfort (Alemania) y Japón derrotó a Estados Unidos en la tanda de penaltis. En la final del Mundial de 1999, Estados Unidos derrotó a China en la tanda de penaltis. El partido se jugó en el Rose Bowl y tuvo una media de 17,9 millones de telespectadores en ABC.
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Romper el silencio
Me gustaría acabar esta publicación dirigiéndome a todas y todos aquellos que alguna vez se han escudado en esas famosas frases de “es que a nadie le interesa el fútbol femenino” y “es que el fútbol femenino no da dinero”. Ese discurso que nos han querido vender durante décadas para que no rechistásemos. Por suerte, #SEACABÓ. Porque ya es un hecho que cada vez más personas se interesan y ven fútbol femenino. Sobre todo en aquellos países que están haciendo las cosas bien como Reino Unido, o en aquellos que llevan muchos años haciéndolas bien como Estados Unidos. Países en los que se llenan estadios enteros como el Emirates Stadium del Arsenal, o equipos que construyen el primer estadio dedicado únicamente al fútbol femenino como el Kansas City Current y su CPKC Stadium.
Lo único que necesitaba el fútbol femenino es aquello que se les ha negado durante casi un siglo: VISIBILIZACIÓN y FINANCIACIÓN. Porque cuando inviertes y apuestas por un producto, cuando lo haces presente en medios y lo retransmites a los espectadores en horarios de máxima audiencia, cuando los equipos, ligas y federaciones apuestan por la profesionalización de sus deportistas, los resultados llegan. Y vaya si han llegado. Eso sí, por suerte, la tendencia no ha hecho más que empezar a crecer. El fútbol femenino sí interesa. Y mucho.
Gracias también al trabajo de Mayca Jiménez y Danae Boronat que con sus libros han dado visibilidad a todas estas mujeres. Y que, a nivel personal, me permitieron conocer e investigar más en profundidad la historia olvidada de tantas futbolistas que fueron auténticas pioneras y guerreras.
Por último, gracias a todas aquellas que luchasteis contra el sistema que os impusieron y no os rendisteis. Sobre todo a las futbolistas españolas a las que se os intentó callar y olvidar: Nita Carmona, Amelia del Castillo, Irene González, Inmaculada Cabecerán, Maria Teresa Andreu, Concepción Sánchez Freire, Victoria Hernández, María Antonia Is Piñera, Pilar Vargas, Milagros Esteban, Laura del Río, Ainhoa Tirapu, Guadalupe Porras, Eunate Arraiza, Ana Romero, Natalia Pablos, Vero Boquete, Amanda Sampedro. Y muchas, muchas más.
![El primer gol oficial de la selección española lo marcó una ripense: Milagros Esteban - Rivas Ciudad El primer gol oficial de la selección española lo marcó una ripense: Milagros Esteban - Rivas Ciudad](https://substackcdn.com/image/fetch/w_1456,c_limit,f_auto,q_auto:good,fl_progressive:steep/https%3A%2F%2Fsubstack-post-media.s3.amazonaws.com%2Fpublic%2Fimages%2Fceb5d45d-03dc-409f-81ba-871ce044397a_800x561.jpeg)
Si has llegado hasta aquí, muchas gracias por leerme y espero que te haya gustado este breve recorrido por la historia del fútbol femenino. ¿Conocías alguno de estos nombres de futbolistas o alguno de estos clubes? ¡Te leo en los comentarios!
Gracias por leer mi newsletter. Si te ha gustado esta sección de #Profundizando, encontrarás otras publicaciones que puedan ser de tu interés.
¡Hasta la próxima!
Mientras tanto, puedes leerme en mis notes.
Celebrating Pioneering Early Women Footballers. Rose Staveley-Wadham. The British Newspaper Archive.
Las Spanish Girl’s Club. Miguel Ángel Ortiz. Panenka. 2018.
Fútbol en femenino. Notas para la construcción de una historia social del deporte femenino en España, 1900-1936. Xavier Torrebadella-Flix. Universidad Autónoma de Barcelona. 2015.
Audiencias Mundial de Fútbol Femenino 2023. Barlovento Comunicación.
The U.S. Audience For The FIFA Women’s World Cup Final Drops To 2.2 Million. Brad Adgate. Forbes.